Como portero y como entrenador de porteros, siempre he considerado que deberíamos intervenir más en el juego de ataque, pero ¿cómo?…
Me gusta fijarme en otros deportes de equipo, cómo desarrollan soluciones a situaciones tácticas o cómo trabajan nuevos conceptos técnicos, para aplicar lo que más me conviene al entrenamientos de mis porteros. Y en ese sentido, he de confesar que tengo un poco de envidia a los actuales porteros de fútbol, que con el juegos de pies intervienen para dar salida a los defensas cuando se encuentran presionados o como primer miembro de una situación de contraataque.
Esto es lo que he visto el pasado domingo en el partido entre el Atletic Tarrasa y el Bromac Kelburne, durante la primera ronda de la EHL, celebrada en Bainbridge (Irlanda).
Cuando más presionaba el conjunto escocés, intentando igualar el 3-2 que clasificaba al ATHC para el KO16, el equipo español tuvo un saque de puerta cerca de su banda izquierda que el Kerlburne aprovechó para colocar su línea de delanteros evitando que la bola llegara al lateral derecho. Ante situación, el Atletic salió de 3, metiendo uno de sus centrales en la zona central y se pudo ver como el portero (Marc Calzada) se salía claramente de la portería, escorado hacia su derecha. Para mi alegría, el defensa jugó la bola directamente con su portero, que en dos toques (uno de parada y otro de patada) puso la bola en la banda derecha con una excelente precisión, saliendo el ATHC de la presión con una facilidad asombrosa.
Cualquiera que viera la situación, pudo apreciar que estaba preparada y entrenada, ya que el posicionamiento de todos los que intervinieron en la jugada no dejaba lugar a dudas.
Seguro que no es la primera vez que se hace, pero lo que es especialmente interesante es que se haga en la EHL (máxima competición europea de clubes) y un partido y un momento de gran trascendencia para ambos equipos.
¿Comenzaremos los porteros a ser piezas fundamentales en la salida de puerta? Espero que sí.