Los más veteranos recordarán que los antiguos materiales de protección tenían la punta del pie “cortada». De manera que los porteros hasta finales de los años 80 seguían usando la técnica de la patada con la punta del pie. Con los nuevos materiales esa acción fue desapareciendo hasta que llega un momento en la que está casi prohibida. En las últimas décadas, apenas existen entrenadores de porteros que permitan a sus pupilos patear o parar la bola con la punta del pie.
Por un lado, se puede producir una situación de grave riesgo para los jugadores, ya que al patear con la punta del pie es muy sencillo elevar la bola. Por otro lado, existe muy poco control de la bola al contactar con esa parte del pie, aunque se puede generar más potencia en el golpeo debido a la musculatura implicada en el gesto. Patear la bola con la punta del pie implica en mayor medida a la musculatura de la zona externa y anterior del muslo (vato lateral, recto femoral, psoasiliaco) que pueden generar mucha más fuerza que la musculatura que intervienen en la acción de pateo con el interior del pie (vasto medio, aductor largo), propia de la cara interior del muslo.
Sin embargo, el avance en los materiales de protección, ha llevado a encontrarnos con pies que presentan una parte perpendicular al suelo tanto en las partes interior como frontal del pie. Esto abre un nuevo abanico de posibilidades en cuanto a acciones técnicas con el pie. Ahora sí que es posible plantearse la patada (e incluso la parada) con zonas del pie con las que antes no contábamos.
Sin embargo, como entrenadores de porteros debemos seguir reflexionando sobre si es la acción más idónea o no. Una forma sencilla de “re-pensar” esto es fijándose en deportes de manejo de móvil con los pies. Evidentemente, la fuente de información preferencial son el fútbol o el fútbol sala ya que otros deportes que permiten el contacto del pie con el balón no tienen esa acción como primordial (fútbol americano, rugby)
En el caso el fútbol, no potencian el uso de la punta del pie para gestos de golpeo de balón. Es habitual ver niños en iniciación que lo utilizan pero con el objetivo de imprimir más fuerza al balón. Sin embargo es extraño ver jugadores de fútbol con cierto nivel tocar el balón con esa parte del pie para acciones de impulso del móvil. Sí es más habitual acciones de golpeo con la punta en el futbol sala, pero curiosamente sólo para lanzamiento a portería (prioridad velocidad del balón) y no para pase a un compañero (prioridad dirección del balón).
The Square toe on the Robo Plus Kicker allows you to effectively and consistently use the front of your kicker. Check out this training drill from @Pannagoalies to help you explore how you can use the toe! Publiée par OBO Goalkeeping sur Dimanche 31 mars 2019
Pero todo esto es en cuanto a la patada (DESPEJE). ¿Pero qué pasa con la PARADA?. Si nos fijamos en porteros de ambos deportes no utilizan esa zona para acciones de parada salvo que sea de manera involuntaria. Todos los contactos de este tipo de jugadores con el balón se producen con el interior del pie, con el empeine interior o con el empeine, pero no con la punta. Esto nos podría hacer llegar a una conclusión sobre si debemos comenzar a enseñar a nuestros porteros el uso de la punta del pie como recurso de despeje o como recurso de parada.
CONCLUSIÓN PERSONAL: Como entrenadores de porteros de hockey, tenemos la obligación de enseñar a nuestro porteros todas las técnicas posibles y asegurarnos un adecuado aprendizaje de las mismas para permitirles un amplio baúl de recursos en el que elegir la técnica adecuada a cada momento. Si cuento con un material que me permite realizar determinada técnica, debo aprovecharlo y por tanto se debe enseñarse. Pero considero que, anatómicamente, debe ser prioritario el despeje con el interior del pie, por dos razones fundamentales: control de la dirección y seguridad de evitar el gol (más zona de contacto). El despeje con la punta debe ser un recurso de urgencia, principalmente condicionado por la necesidad de realizar la acción con poco tiempo disponible. Pero en ningún caso debe ser la acción preferencial a la hora de despejar bolas. En cuanto a la parada, de ninguna manera enseñaría la parada con la punta del pie de manera voluntaria, al ser una zona de contacto muy disminuida y ser muy complicado y arriesgado el redireccionamiento de la bola.
Foto de portada: Arnau Martínez Benavent @arnaumb16