top of page

ENTREVISTA A QUICO CORTES

Año dulce para Quico. Cuando parecía que enfilaba la parte final de su carrera en la selección , tras los JJOO, está completando un año excelente. 

Hablé con Quico en el reciente Europeo de Amsterdam, poco antes de jugarse el todo por el todo ante Irlanda para alejarse del descenso de categoría y asegurar la 5ª plaza europea.

Persona cercana, sencilla y  sobre todo humilde, a sus 34 años está completando una temporada fantástica, mostrando un rendimiento sorprendente en las últimas citas internacionales, teniendo en cuenta que es año post-olímpico. Mejor portero de la World League Semifinal y decisivo en el resultado final de la selección española en el Europeo de Amsterdam. Sus acciones siguen provocando gritos de admiración en los terrenos de juego y su figura se agranda, no sólo en nuestro país, si no también en las grandes plazas europeas y  mundiales.

Con 5 o 6 años comenzó un cursillo de hockey. Pero el único recuerdo que tiene de entonces es que siempre quiso jugar de portero. Se sentaba en la banda y decía que no le hacía falta entrenar de jugador «porque yo voy a ser portero». Ya apuntaba maneras.


Siempre vinculado al Club Egara, se ha significado como un jugador de club, sin buscar experiencias fuera de su «hogar» salvo una participación en la India Hockey League.

Firme defensor del entrenamiento como camino para triunfar, nos resume en esta entrevista su trayectoria y sobre todo, su futuro.

PonteLasGuardas.- echas la vista atrás ¿cómo ves tu trayectoria, todo lo que has conseguido?

Quico Cortes.- Lo único que echo en falta son oros; oros en cada torneo que jugamos. Pero siempre lo que he intentado es estar en la mejor forma posible. A veces lo he conseguido y otras no. Los logros conseguidos y las derrotas sufridas ahí están. Un amigo me dijo una vez que los resultados están sobrevalorados y me quedé con eso. Ahora me lo creo. He disfrutado muchísimos años y sigo disfrutando. La prueba de eso es que sigo aquí. Disfruto en cada entreno y me encanta ponerme las guardas (esto lo repite dos veces más). Y me quedo con eso. Ojalá todo fueran oros, así cuando se lo contara a mis nietos sería más bonita la historia. Pienso que cuando pasen unos años desde mi retirada lo veré con perspectiva; aún vivo el hockey día a día y no llego a ver lo que ha pasado.

PLG.- Entonces, no te pregunto por lo mejores momentos

QC.- Sí, claro. La medalla de plata en Pekín´2008 (JJOO) y la Liga ganada con el Egara el año pasado tras 15 años, son quizá los mejores recuerdos recientes que tengo grabados. Pero creo que son momentos que cobrarán fuerza con el tiempo.

PLG.- ¿Y malos?

QC.- Lo mismo, en Pekín. Tiene esta singularidad. Esta medalla de plata supone lo bueno y lo

malo. En Londres (2012) perdimos a Santi (Freixa) y Pol (Amat) en los primeros partidos y sufrimos todo el campeonato; no supimos sobreponernos a ello y quizá no disfrutamos esos JJOO como se merecerían.

PLG.- Me hablas de todos los años de experiencia, ¿pensando en la retirada?

QC.- Sí, no nos engañemos. Me he plantado en unos juegos de Río con 33 años y pensando que quizá era el momento. Se acabaron los Juegos, me lo pensé bien y vi que me faltaba. Que yo quería estar aquí este verano y que no quería irme de vacaciones. Entonces, no ha llegado el momento.

PLG.- ¿Pero a Tokio llegas?

QC.- Ojalá, ojalá. Comienzo un ciclo olímpico, pero por vida familiar, laboral y porque suben chavales que lo hacen fenomenal puede pasar de todo. Al final hay que compaginarlo todo y si sigo estando a buen nivel y el entrenador me quiere, llegaremos.

PLG.- «Compaginar». Has tenido que unirte a la selección en Amsterdam más tarde que el resto porque no te dieron permiso en el trabajo.

QC.- Sí, exacto. Yo creo que en mi situación no puedo decir «4 años a tope hasta Tokio»; Lo que sí puedo decir es «cada entreno, cada minuto que dedique, lo haré a tope».

PLG.- Por lo que me han dicho, en ese sentido eres muy profesional

QC.- Es que ahora, con 34 años, es obligatorio. Ahora si paro, no arranco.

PLG.- ¿Por detrás hay nivel?

QC.- Sí, sí. Hay porteros de mucha calidad: Marc (Calzada) que está aquí, Mario (Fdez. Garín) que ha estado conmigo muchos torneos. Y gente que ya empieza a tocar selección como Álvaro Floranes que ya ha estado con el grupo. Hay  sub-21 que también suben muy bien. Tiempo y experiencia.

PLG.- Y en lo personal a nivel deportivo. ¿Qué cualidades tienes que te hacen un portero excepcional?

QC.- Me ha ido bien por todo lo que he entrenado. Siempre lo he dicho, no hay secreto; puedes tener unas cualidades innatas que ayuden, pero no las tengo solamente yo, cualquiera que juegue desde pequeño, aprende con facilidad y puede desarrollarse. Sí hay un secreto, que he entrenado mucho y la suerte de tener muy buenos entrenadores. En momentos puntuales los entrenadores me deben haber elegido y eso te da más experiencia. Y hacer todo esto con mucha ilusión. Si no disfrutas de lo que haces, nunca llegarás a lo más alto. En cualquier ámbito. No hay más.

PLG.- ¿Hay algo que mejorar todavía? Bernar (Herrera, entrenador de porteros de la Absoluta masculina) me decía que seguís trabajando técnica en la selección.

QC.- Sí. Y aunque lo llegues a hacer perfecto, como dejes de entrenarlo, en una semana no lo harás bien. Llegar arriba es más fácil que mantenerse. Hay que trabajar más. El hockey y la manera en la que te meten los goles evoluciona y tienes que adaptar tu juego. Soy un portero al que le encanta jugar bajo palos pero hay veces en las que no es posible, tienes que salir, que atacar. No soy portero de sala y por ejemplo ahí tengo mucho que mejorar.

PLG.- ¿Cómo entrenador?

QC.- Entrené a niños de diferentes categorías en el Egara de los 16 a los 29 años. Luego, por motivos laborales, tuve que dejarlo. Ahora entreno únicamente a Mariona Girabent (División de Honor Fem.). Tiene un superdón, es una supercrack. Confío que llegue si ella quiere.

PGL.- ¿Que tiene que tener un niño para ser portero?


QC.- Entusiasmo, ganas de jugar y que los entrenadores que estén con él definan muy bien sus objetivos. No hace falta que el niño lo sepa, lo que tiene que hacer es jugar.  Debe asimilar los conceptos que le enseñes pero no tienes por qué contárselos. Cuando asimile y llegue a un cierto nivel, lo podrás explicar. Pero lo importante es que el niño juegue. No quiere decir que se hagan juegos todo el día. Se debe entrenar, pero que el niño quede con la sensación de que quiere volver. Que quiera más. No pretender que un niño sea un crack.

Empezar con técnicas muy básicas, que esté cómodo con las guardas, manos arriba, trabajo de pies y poco a poco se irán introduciendo el resto de técnicas. Sobre todo los pies, porque con lo pies se hace todo.

PLG.- Soy de la opinión de que cada vez más, los porteros utilizan más las manos y menos los pies. Nos parecemos a los porteros de fútbol. ¿Vamos hacia ese tipo de técnicas?

QC.- Quizá cuando el portero sea mayor deba centrarse en el trabajo de manos, incluso en el suelo, pero si los pies no están muy trabajados, el cuerpo no acompañará a las manos.

 

Imagen de cabecera: www.diarideterrassa.es

Imagen 1: www.rachirhinos.com

Imagen 2: www.revistaelitesport.es

Imagen 3: pontelasguardas

bottom of page